viernes, 13 de marzo de 2009

Crisis

No, no es la económica. No, tampoco es mía... O sólo mía.
¿No os ha pasado nunca que el trabajo no es lo que era? ¿No os ha pasado que el lunes ya suspiras por el viernes?
Pues sí, a mi sí. Ya no tengo el interés que tenía en que las cosas avanzaran. Ya no hay esa chispa que te levantaba de la cama...
Pero lo peor es que no soy yo quien ha cambiado, realmente nada ha cambiado, tan sólo se ha agotado... ¡Mi paciencia! Bueno, no sólo la mía sino la de muchos.
Soy de la opinión de que la crisis (esta vez sí, la económica) es la consecuencia directa de los desmanes de muchos (vamos, que se veía venir).
Pues en mi empresa, creo, que se ve venir (demasiados son los que entorpecen lo que unos pocos intentan hacer).
Tiempo al tiempo...

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